Uno

Viba es un festival que verifica la idea de comunidad. Tal vez ya sin localizarnos, sino moviendonos. Haciendo el mundo que  queremos de la manera que podemos. Y esta manera se ramifica en cruces, divergencias y afluencias, que culminan en una convivencia de universos, de un sistema solar de innumerables soles.

Asi, cada pieza ocupa un lugar en el festival como cada casa ocupa un lugar en el mundo. Los artistas fueron mandando sus trabajos, desde el lugar del planeta en donde esta su casa hasta la nuestra. 

Dos

Pienso que hay muchas maneras de pensar. Algunas son como cadenas, en las que un eslabon se une a otro casi involuntariamente, y donde es mas importante la progresion que el elemento, y en esa progresion se basa su funcion. Y otras donde el pensamiento se disipa y se extiende hasta donde pueda llegar, eludiendo lo solido particularizandose, oxigenandose en cada remolino. Y entonces la idea de funcion se manifiesta en el transcurso de las diversidades del terreno, sensibles o reales, y el resultado es tanto la obra como su destino, incierto, en las otras miradas que la miran. 

Tres

El video es un medio multiprotagónico. Sus coordenadas cruzan por la imagen como multiples hilos pueden atravesar el ojo de una aguja. Ese punto es la convergencia aleatoria de intenciones y sentidos. Y por ese ojo es que se amplifican los destinos y los destinatarios. Cada pieza es un punto de convergencia y divergencia, un mapa a construir, una casa en el mundo.

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“...en estos tiempos, todo es más chico. Los autos, los teléfonos, las ideas..”
Sophia Loren.

Uno

Empecemos por lo primero. 57 veces aparecen derivaciones de la palabra arte, en un total de casi 12.500. En la mayoría de los casos, usada nominalmente, para referirse a una persona (artista) y en otros casos asociada a tandems referenciales (arte y tecnología, arte del cuerpo, etc). No me tomé el trabajo de contar las veces que aparece la palabra tecnología o sus derivados. Evidentemente era una tarea innecesaria a mi objetivo, ya que en la primer carilla la supremacía de estos últimos terminos apabullaba. Lo paradójico es que el público al que principalmente se dedican estos textos es proveniente del campo de las artes y no de la ciencia. 

El arte no hace avanzar a la tecnología. Ella avanzará segun sus propias reglas e intereses. Ineluctablemente. La relación arte-tecnología no es una relación de pares. No lo es en ninguno de sus campos. Hay una marcada indiferencia de una hacia el otro, en sus fines y en sus principios. El espacio donde parecería que se tocan sigue siendo un espacio donde las jerarquías siguen expuestas, como en el número de palabras que refieren a ese par, extrañamente inseparable hoy en dia, en los textos que refiero.

El arte se cocina de una forma. La tecnologia de otra. Aunque en ocasiones los ingredientes puedan compartirse, la manera, a veces torpe, con que ansiamos vincularlos, tiende a manifestar la docilidad y la obediencia que tiene lo menor ante lo mayor.

Por eso hacemos listas de obras que ejemplifiquen esa unión, sin mayor relación que la de su materialidad. Englobamos, hacemos conjuntos, con el criterio de que han sido realizadas mediante el uso de dispositivos mas o menos desarrollados tecnologicamente...(

).

Manifestamos un inocente asombro cuando refleja un seguramente anticuado dispositivo en una funcionalidad distinta. 

Pensamos que interactuamos cuando en realidad nos adecuamos. O no.

Todo es comunicación: información, pero tan incesante que el ejemplo del tanque de agua de Eco deja de funcionar; sin código, emiten información a cada instante, de manera que estamos sometidos a su sonido (su silencio) en cualquier etapa de su llenado. Sin puntos críticos ni estados de reflexión, sólo de consumo. “Algo así como comunicación...sin comunicación”

Dos

El terreno de la economía-política parecería otro colchón válido desde donde hacer un planteo, tambien bastante evidente aunque muchas veces detallado, de las desigualdades y los distintos enfoques que provocan las desigualdades y las distintas realidades del mundo desarrollado y el otro. La vaca= la vaca.

La mayor parte del arte producido con elementos tecnológicos avanzados proviene de un mismo lugar. Establece paradigmas, sin embargo, en cuanto a lo que es posible pensar, en materia de desarrollo y posiblidades de uso. Soluciones a un problema, de las cuales son, o tendrían que ser, un poder (hacer) y no el alquímico proceso que anteponga lo nuevo a lo primero. 

Por eso estimo interesante las observaciones de las desigualdades en las economías (manejo de fondos) o en las políticas (destino de esos fondos). Muy interesantes. Como tambien tener conocimiento de políticas culturales y sociales. 

Lo que sospecho es que esto no nos llevará mas que a algun boceto de un estado de cosas, que por otra parte, se comprueba en cualquier campo, dentro de los cuales, el del arte es uno más.

Pienso que detenernos en el aspecto político del arte, o del arte tecnológico en este caso, es imprescindible, siempre que se haga desde un espacio de pensamiento conciente y crítico, no solamente denunciatorio o estadístico. Conciente en cuanto a la construcción de la propia zaranda

 y crítico en el sentido de establecer no otro campo sino otra metodología de construcción de debate.

Tres

El término.

Curiosamente, es allí donde comienza el discurso. Campo expandido, site especific, paradigma de laboratorio, arquitectura líquida, cine expandido, net-art, estética relacional...son términos que nos permiten manejar una serie de novedosas realidades. Los acuñadores de términos generan, inmediatamente, ese regazo con la velocidad de un programa de crackeo.

Como términos relativamente recientes, cambian a medida que tambien se expanden, se bifurcan o se restringen sus significados. La palabra “site” fue mutando de un lugar físico a la inclusión de todas las variables que, incluyendo el espacio real, formaban parte de esas acciones. Así, cada término manifiesta una vida útil solo durante el mantenimiento de las circunstancias (discursivas) que lo crearon. Inestables, cambiantes, ambiguos, estos términos son reflejo y arma de un momento en el tiempo.

La actitud nihilista todavia asociada a la postmodernidad, se ha convertido en una actitud que pasó del “no creer en nada” al creer en todo...y siguio transformandose hasta el “creer en todo..un poquito”. Hoy comprendemos la caída de la modernidad y todavia leemos la nostalgia que ella provoca en los más pujantes y mediáticos defensores del cambio postmoderno. Pero tambien la postmodernidad ha envejecido, y hoy se manifiesta más en una unión arquitecturizada de lo heterogéneo que en la ruptura desencantada y punzante de lo homogéneo. Finalmente, el deseo de la isla exótica, salvaje y desierta del modernismo se trocó por la isla contenedora, múltiple y, la mayor parte de las veces, decepcionante de lo tecno-global.  

El lenguaje es el mar que la rodea. El discurso la marea que se mueve al ritmo de operaciones ideológicas y de supervivencia. Solo se nada en lo horizontal.

En la pelicula “El día de la marmota” el protagonista vive siempre el mismo día. Los sucesos que acontecen son idénticos, sólo que él los encara siempre diferente, usando el aprendizaje de los días ya vividos para anticipar o mejorar su participación personal en los sucesos de la jornada por vivir. Un día, el día en que despierta ya es el otro día. Y Bill Murray lo disfruta, a pesar de que ya no tenga la posibilidad de equivocarse y corregirse, a pesar de que continuará con su mediocre oficio y a pesar de que vivirla seguramente termine con la muerte. Hoy estamos en ese día. Sumamos experiencias, corregimos algoritmos, escribimos textos y hacemos obra ignorando la muerte. Quiero decir, poniéndonos al costado del error, del fracaso, del accidente. Y el accidente es la única posibilidad de trastorno real en el universo tecnológico. 

Notas sobre notas. Segunda Parte.

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Cuatro

En un párrafo del texto de Arlindo Machado encontré una estructura que se repite seguido, de manera casi invariable, en los textos de hoy (en los que no son literariamente pretenciosos o meras descripciones). Una esperanza de autonomía, el reconocimiento de cierta impotencia ante la situación y al final, un “deber hacerlo” (al fin, un no poder hacerlo), como materia a rendir en el proximo exámen. Aún así, en ese párrafo se encuentra el “black hole” del asunto que quiero puntuar.

“A su vez, la crítica aún no ha sido capaz, entre nosotros, de debatir sobre las nuevas tecnologías en toda su complejidad, con las limitaciones que existen, muchas veces, por la tendencia tecnófoba igualmente ingenua y igualmente importada de modelos apocalípticas europeos o estadounidenses (Paul Virilio (15), Jean Baudrillard (16), Fredric Jameson (17), entre otros). En primer lugar, lo que se percibe es una creciente dificultad, a medida que las aplicaciones informáticas se tornan cada vez más poderosas y “amigables”, para discriminar entre la contribución original de un verdadero creador y una mera demostración de las virtudes del programa. En este sentido, hoy nos enfrentamos a un decaimiento de la noción de valor, sobre todo en el arte: los juicios de valor se tornan difusos, cada vez nos tornamos más condescendientes con relación a trabajos realizados con intervención tecnológica, porque no contamos con criterios lo suficientemente maduros para evaluar la contribución que realiza un artista o un equipo de realizadores. En consecuencia, la sensibilidad comienza a embotarse, se comienza a perder el rigor de la evaluación y cualquier sonsera nos entusiasma, ya que parece estar up to date con la etapa del avance tecnológico. Pero más allá de las tendencias más cómodas de la tecnofilia y de la tecnofobia, lo que importa es politizar el debate sobre las tecnologías, sobre las relaciones entre la ciencia y el capital, sobre el significado de crear obras artísticas con alta mediación tecnológica.”

Querido Arlindo.

Convengamos que todos los que escriben estos textos, incluído vos y también yo, nacimos cuando todavía no existia el dvd. Ni el cd. Ni el diskette. Ni el cassette. No había televisión para algunos de nosotros, y la radio era el dispositivo mas cercano que nos unió a la luna o a Nicolino Loche.

El color no existia en la televisión, ni en las revistas de los diarios del domingo, ni en la mayoría de las fotos. ¡Estamos hablando del color! Eso en un punto es una ventaja: vimos nacer a nuestros niños. Pero visto desde otro lugar, no hemos nacido en estas épocas, y en cada juicio que emitimos está presente la distancia que quién tiene 15 o 20 años no percibe. Estamos escuchando la música...ya no la bailamos

.

Esto no implica que no podamos pensar bien, pero creo que entramos siempre por el mismo agujero...tecnofilia...tecnofobia...ya fueron. El que creció y crece “con” la tecnologia nunca pensó siquiera en ese problemita. Tampoco tuvieron que adaptarse. La usan como nosotros usamos la lapicera fuente.

Con esto quiero decir dos cosas. Una, que la primera generación “ciber” recién esta en cartel

. Son los que pueden contar la historia desde adentro y sería bueno escucharlos (aunque sea para pelearlos un poco) . Y la segunda, que el debate que proponés nunca va a existir. Porque me parece que ya no importa. 

Los textos de Baudrillard o de Virilo son análogos a nuestras intenciones. El maravilloso “El procedimiento silencio” es tan nuestro como la posibilidad de refutarlo por importado o reaccionario (cosa que no hace otra cosa que refundarnos en esa oposición). En ellos esta nuestra genealogía como generación. 

Por eso la altermodernidad de Bourriaud, por eso la vuelta a Debord (¡el gran Guy ataca de nuevo!), por eso el intrincado vocabulario con el que intentamos alguna cosa (si algo sabemos, o aprendimos, fue a escribir...). Por eso el desconcierto y la descripción como la única forma de definición.

Hoy la cosa está más cerca del “tropos” que del “topos”. El cuerpo es el espacio y el estímulo una nueva forma de categorización.

Por ultimo, y antes de un par de epílogos a esta nota, voy a terminar con algo que después criticaré: una pregunta. ¿Que es politizar? Hablar de condiciones, de límites, de relaciones de poder, o enfrentar el dilema de la relevancia de la política como valor?

Pero esta pregunta, si querés, te la respondo.

Afectuosamente

Carlitos.

Epílogo primero:

Jasper Johns una vez dijo algo así como “ Tomen una cosa, háganle algo. Háganle algo más”

.

Al menos dos pasos para llegar a una cosa. La vida de un texto, de una obra, late debajo de esta condición. 

Epílogo segundo:

La pregunta o lo pendiente.

En los textos sobre arte y tecnología se presentan vivamente dos sistemas-excusa (estructuras de texto): el de lo pendiente y la pregunta. No existe en lo escrito la posibilidad ni de respuesta ni de un asunto a resolver. Pregunta y debate pendiente como estímulos a la reflexión, pero a la vez, proposiciones inseguras, deltas de sentidos, deuda constante e impaga en la conciencia del que escribe.

En ambos, existe un cuestionamiento sin cuestión, ya que para que esto último exista es necesario la fijación de esa cuestión, su lugar y su tiempo, conceptos demasiado móviles como realidades y eternamente adolescentes en su condición actual de elementos teóricos para pensar la contemporaneidad.

La pregunta, hoy parece que no requiere, ni persigue respuesta. La esquiva, se oculta, y cuando llega, la rechaza.

Epilogo tercero:

Uno de antes y uno de ahora. 

Creo en la horizontalidad de referencias. Muchas veces juego con el diario del mismo día, a encontrar lazos donde pueda reforzar algun punto con otros...Lazos que unan el momento (el tiempo, como la sal..) en que las cosas se producen sin escalonarse.

Entrevista a Georges Canguilhem (16 de agosto. Revista Ñ)

http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2010/08/16/_-02207365.htm

Georges Canguilhem, medico, escritor y pensador. (19041995)

“Señala que en medicina, como en otras esferas de la actividad humana, la aceleración de invenciones técnicas devalúa cada vez más rápidamente la tradición; "lamentar este estado de cosas no significa necesariamente adoptar una actitud reaccionaria, pues la tradición no es sólo rutina y rechazo de la invención; también es, para cualquier invención, prueba de eficacia, discriminación progresiva de los beneficios e inconvenientes, exposición de consecuencias en un principio latentes, en suma, experiencia de uso. El capricho por el progreso técnico privilegia la novedad con respecto del uso. 

El hombre reencuentra aquí, en una forma culta, una muy primitiva táctica del ser viviente, incluso unicelular: la de los ensayos y los errores, pero con la diferencia de que la reiteración acelerada de los primeros lo priva del tiempo necesario para educarse en el error. En lo sucesivo, la invención técnica se inscribe en el tiempo técnico, que es enloquecimiento y discontinuidad, y al margen del tiempo biológico, que es maduración y duración."

Entrevista a Chris Bird, 11 de agosto, Revista Ñ.

http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2010/08/11/_-02207295.htm

Chris Bird: "Lo que más me gusta es darle un nuevo look a lugares históricos"

El fundador de Artistas Visuales Unidos (UVA, en inglés) y actual Director Técnico de este equipo londinense que revolucionó las experiencias audiovisuales mantuvo una charla abierta con Ñ digital. "Es hermoso tomar sitios históricos y dotarlos de actualidad, incluso de futuro", dijo. 

(Esto lo dice como referencia a un montón de leds en un edificio antiguo. Quedo lindo, segun se ve en la foto. Eso es dotarlo de futuro...)

Epílogo cuatro

No somos indiferentes a la tecnología. y viceversa. No existe si no existimos. Ponernos al costado, escribiendo estimulantes papers, u orando por la llegada de un proyecto con algo de común y salvador se esta reiterando demasiado. Creo que la dificultad de asir una problemática como la del arte+tecnología se encuentra por un lado, en la porosidad, en la liviandad y en la fragmentación hasta lo individual del concepto y las formas del arte. Por otro, en la tremenda potencialidad tecnológica de los objetos y las redes, de las constantes variaciones que ajustan nuestra propia identidad en cada caso. Sin embargo, podemos proponer dudas en lugar de preguntas o rivalidades. No temer si nuestras posiciones en estos temas se volverán viejas, ya que todo queda viejo, ineludiblemente. La inclusión de la tecnología en el arte no transita solamente en el reformulamiento de sus límites o mutuas colaboraciones, sino también el el acto discursivo de una obra, como también (y todavía) en su representación, cualquiera sea. El límite, pero no solamente. Y en ese ámbito, pensar adiciones, reciprocidades, fluctuaciones, sin el complejo de lo indefinido. Y saber que nosotros siempre estamos del otro lado, sea cual sea, de nosotros mismos.

La profundidad de una superficie.

La pintura es una piel, una superficie. Y el problema del pintor fué siempre como organizar esa superficie, no tanto en su extensión, sino en su profundidad. Cómo construir esa membrana, cómo crear un procedimiento que revele un pensamiento .  Cómo dar ilusión.

Y al contrario de la extensión, que tiene puntos cardinales, la profundidad tiene un solo sentido. Lo lejano y lo cercano. 

No me estoy refiriendo a conceptos tales como fondo y figura, adelante y atrás, como superposición o yuxtaposición Este planteo de distancia es a la vez perceptual y conceptual, ya que termina configurando tanto la imagen como la evidencia de su manera de existir.

Cada pintor tiene una manera de sentir esa distancia. En ella manifiesta su paradigma y nos guía en la ausencia de toda geografía. Es a su vez objeto y percepción, relato material y cadastro mental. Es su one man´s land.

Para Callori, casi todo es presente. La profundidad sólo aparece en la aparente superposición de entidades de tiempo. Todo esta cerca y esa mirada que presenta tanta actualidad maneja una distancia brutal. La que trae todo al mismo instante y jerarquía. Es difícil contemplar ese segundo, entender que todo lo que ocurre se concentra en un solo acontecer. Ahí esta lo brutal y parecería esa la única manera de ser de las cosas. Mas allá de ese único plano, está el vacío. Como un estoico, acepta lo fatal y lo pinta.

Giribaldi, en cambio, siente la distancia. Lo desfocado o lo inmensamente blanco son su lejanía. Tiene cerca la seguridad de un refugio improbable. Como si lo cercano fuera incompleto y lo lejano, inalcanzable. Esto tambien resulta en drama, pero existe la posibilidad de un epílogo de coincidencia .  Lo lejano, que se intuye escencial, fue en un antes y un después, parte de lo próximo. Lo que sentimos cerca es una esquirla del completo infinito. Como yendo hacia atrás, llegamos al presente desde el futuro. Y ese futuro melancólico depende aún de la fé.

Por eso en estos dos pintores encontramos la pintura. La superficie aquella que nos sirve para pensar en la distancia. 

La serie Color Kinesthesia comprende  los conceptos de la luz, el color y el sonido como elementos de percepcion sensorial y corporal, como conciencia de la experiencia.

La obra, de dimensiones y aplicaciones variables, en su manifestación como proyección o como serie fotográfica, contiene una ideología consistente, un acercamiento al conocimiento  cinestésico, como otra versión, no opuesta a la escritura, a la memoria o a la instruccion, pero sí tan importante como aquellas para los procesos de reflexión, claridad y trascendencia.

El cuerpo,, las percepciones y su auto-conciencia de presencia y movimiento,  completan la escritura, “el signo sin aliento” del que habla Derrida.  Como una lengua hablada, el contacto personal, la aprehensión de estimulos perceptivos, responden antagónicamente a la apariencia de la sabiduría. y a la opinion en oposición a la verdad. La serie Colour Kinesthesia viene a comprobar lo original de nuestros mecanismos, de comprension de la realidad,, nuestra membrana sensorial y perceptual como un estimulo que a la vez que es percibido es aprendido, inscripto y recordado como en un libro sin tiempo lineal, sin hojas ni jerarquias logicas.

Un poco más allá, Sócrates compara con una droga (fármacon) los textos escritos que Fedro ha llevado. Este fármacon, esa “medicina”, ese filtro, a la vez remedio y veneno, se introduce ya en el cuerpo del discurso con toda su ambivalencia.. Ese encantamiento, esa virtud de fascinación, ese poder de hechizamiento pueden ser por turno o simultáneamente– benéficos y maléficos. El fármacon sería una sustancia, con todo lo que esa palabra puede connotar, en realidad de materia de virtudes ocultas, de profundidad criptada que niega su ambivalencia al análisis, preparando ya el espacio de la alquimia, si no debiésemos llegar más adelante a reconocerla como la anti-sustancia misma: lo que resiste a todo filosofema, lo que excede indefinidamente como no-identidad, no-esencia, no sustancia, y proporcionándole de esa manera la inagotable adversidad de su fondo y de su ausencia de fondo.”

Jaques Derrida.

*

CURADOR E PROJETO

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